miércoles, 12 de marzo de 2014

LOS JÓVENES DE LA MEDIA LUNETA.LA NUEVA GENERACIÓN :ANDREA HERMIDA CARRO



Conozco a Andrea desde que era una niña, una tímida niña oculta tras su propia sombra...apenas contaría con 9 o 10 años...Pero en su timidez y su intento de pasar desapercibida, yo oteaba ya una gran corazón...una pujante necesidad vital de expandirse, de expandir sus alas...Y por suerte estoy siendo testigo de ese milagro...
Me considero afortunado por haber conocido a Jóvenes de la Media Luneta fantásticos...y sin duda, Andrea es una de ellos...y me siento feliz y orgulloso por haber podido (y espero que seguirá siendo así) compartir escenario y poemas con ella...



ENTRE TU CABECERO Y EL MÍO

Estera precisa, perfecta. Creando momentos ajenos o casi propios.
Marcando cada mirada, cada sabor, cada silencio.
Situaciones que nos harán más sabios, para poder compartirlas en algún sillón con orejas, con un hijo, quizás nieto.
Etapas que nos llevarán a la agonía e incluso al desarraigo. Goteo constante de único destino, cualquier destino.
Siendo así, ¿No es el crepúsculo la mejor razón para llorar?

ASPIRACIÓN

Y me pierdo en tu valle de rosas, lagunas de ansias, de pasión y dolor. En su curvas perfectas, allí donde yo quisiera habitar. Recovecos de niebla y añoranza.
Es quizás el lugar más hermoso que he visto y apenas nadie sabe de él.
Pero así tú lo deseas y así lo desearé yo.
Es calor, es amor, es adicción.
Los hoyuelos de una larga vida. Es tu valle. Tu rincón.

HUERTO DE RAÍLES

Al tren de sus añoranzas, como espejismo incierto, sonaron las campanas de un invierno atestado por la cordura más pura en ella. Pero la espera persiste y guarda tanto en los ojos de su acompañante que consigue el llanto de la libélula.
Sin embargo, al final del día, la lluvia es tierra húmeda, el café es vapor y la cigarra comienza la profecía de buenas noches.
El tren se ha ido, ha anunciado la ausencia de su regreso.
Emma ha dejado sus maletas, su perfume. Ha dejado su esencia y ahora todo es amapola.


MOCASINES

Ha vuelto a llegar ese momento. Momento en el que puedo cambiar de persona, que vuelo y no llego hasta tarde. Cuando cualquier compás que pueda oír es bienvenido a mí y cree así un big bang interior que me haga escribir de nuevo.
Y solo porque tu estás ausente, estirando tu torso en una de las esquinas de mi cama. Tal vez pensando en un día repleto de placeres, que al fin y al cabo es lo que gusta.
¡Cuanto me gustaría ser tú!. ¡Cuanto de ti y tan poco de mí!. 

COMMENT POURRAIT JE VIVRE, SI TU N'ETAIS PAS LÀ?

Y aquí estoy, volviendo a caer en la insana adicción, sin saber nunca nada. Nada de nadie, nada de mí. Tapándome con la obesa oscuridad de estas cuatro paredes llenas de vida, mi vida. Y el acordeón, él también me acompaña, siempre iluso a lo que verdaderamente provoca.
Al final, la almohada vuelve a estar húmeda, y por mis entrañas sigue corriendo la sangre. No se si soy yo, no se si seguir. No se por qué. 

COSTURAS Y PLUMAS

Solo acababas de llegar, como haces siempre. Proclamas tu existencia sin apenas sin apenas conocer de ella. NI siquiera yo misma te habría querido allí.
Pero ahí estabais, tú y el frío.

(…)

Y así fue como caí en el montón de hojas secas y el recuerdo llegó a la asfixia. Así fue como mi almohada me deseó la muerte.
Muerte por el deseo de tenerte.

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