Conozco a Andrea desde que era una
niña, una tímida niña oculta tras su propia sombra...apenas
contaría con 9 o 10 años...Pero en su timidez y su intento de pasar
desapercibida, yo oteaba ya una gran corazón...una pujante necesidad
vital de expandirse, de expandir sus alas...Y por suerte estoy siendo
testigo de ese milagro...
Me considero afortunado por haber
conocido a Jóvenes de la Media Luneta fantásticos...y sin duda,
Andrea es una de ellos...y me siento feliz y orgulloso por haber
podido (y espero que seguirá siendo así) compartir escenario y
poemas con ella...
ENTRE TU CABECERO Y EL MÍO
Estera precisa, perfecta. Creando
momentos ajenos o casi propios.
Marcando cada mirada, cada sabor, cada
silencio.
Situaciones que nos harán más sabios,
para poder compartirlas en algún sillón con orejas, con un hijo,
quizás nieto.
Etapas que nos llevarán a la agonía e
incluso al desarraigo. Goteo constante de único destino, cualquier
destino.
Siendo así, ¿No es el crepúsculo la
mejor razón para llorar?
ASPIRACIÓN
Y me pierdo en tu valle de rosas,
lagunas de ansias, de pasión y dolor. En su curvas perfectas, allí
donde yo quisiera habitar. Recovecos de niebla y añoranza.
Es quizás el lugar más hermoso que he
visto y apenas nadie sabe de él.
Pero así tú lo deseas y así lo
desearé yo.
Es calor, es amor, es adicción.
Los hoyuelos de una larga vida. Es tu
valle. Tu rincón.
HUERTO DE RAÍLES
Al tren de sus añoranzas, como
espejismo incierto, sonaron las campanas de un invierno atestado por
la cordura más pura en ella. Pero la espera persiste y guarda tanto
en los ojos de su acompañante que consigue el llanto de la libélula.
Sin embargo, al final del día, la
lluvia es tierra húmeda, el café es vapor y la cigarra comienza la
profecía de buenas noches.
El tren se ha ido, ha anunciado la
ausencia de su regreso.
Emma ha dejado sus maletas, su perfume.
Ha dejado su esencia y ahora todo es amapola.
MOCASINES
Ha vuelto a llegar ese momento. Momento
en el que puedo cambiar de persona, que vuelo y no llego hasta tarde.
Cuando cualquier compás que pueda oír es bienvenido a mí y cree
así un big bang interior que me haga escribir de nuevo.
Y solo porque tu estás ausente,
estirando tu torso en una de las esquinas de mi cama. Tal vez
pensando en un día repleto de placeres, que al fin y al cabo es lo
que gusta.
¡Cuanto me gustaría ser tú!. ¡Cuanto
de ti y tan poco de mí!.
COMMENT POURRAIT JE VIVRE, SI TU
N'ETAIS PAS LÀ?
Y aquí estoy, volviendo a caer en la
insana adicción, sin saber nunca nada. Nada de nadie, nada de mí.
Tapándome con la obesa oscuridad de estas cuatro paredes llenas de
vida, mi vida. Y el acordeón, él también me acompaña, siempre
iluso a lo que verdaderamente provoca.
Al final, la almohada vuelve a estar
húmeda, y por mis entrañas sigue corriendo la sangre. No se si soy
yo, no se si seguir. No se por qué.
COSTURAS Y PLUMAS
Solo acababas de llegar, como haces
siempre. Proclamas tu existencia sin apenas sin apenas conocer de
ella. NI siquiera yo misma te habría querido allí.
Pero ahí estabais, tú y el frío.
(…)
Y así fue como caí en el montón de
hojas secas y el recuerdo llegó a la asfixia. Así fue como mi
almohada me deseó la muerte.
Muerte por el deseo de tenerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario